IRON- MAIDEN
Iron Maiden obtuvo entonces su primera presentación. Presentación marcada por privaciones de todo tipo y algunos puñetazos, pero con la suficiente fuerza como para hacerse con un nombre y una reputación. Fue así que, noche a noche, ante un público frío y descreído, la "Doncella de Hierro" logró sentar precedente para que sus actuaciones en The Cart & Horses fuesen cada vez más asiduas. En el transcurso de los años que siguieron a sus primeras presentaciones en aquel reducto, el punk fue poco a poco cediendo territorio y el nuevo heavy metal pudo fortificarse con una suficiente cuota de credibilidad. Fue así que Steve Harris y Dave Murray lograron contactar con los dueños de los principales bares del West End londinense, cita obligada para los ejecutivos discográficos ingleses y donde las posibilidades de conseguir un contrato de grabación eran mucho mayores que en Leytonstone. La política de los sellos estaba claramente orientada hacia el apoyo indiscriminado al punk y la new wave. Además había que sumar la reticencia de algunos propietarios a incluir bandas metálicas en las programaciones de sus locales. A fuerza de constancia y tenacidad, Iron Maiden consiguió a mediados de 1978 un contrato en el club West End por treinta libras diarias, gracias al cual la banda pudo gozar de una relativa tranquilidad económica. Steve Harris recordaba: "Siempre estuvimos seguros de que llegaría nuestra hora y, por encima de todo, de que viviríamos lo suficiente como para disfrutarlo. Hasta me atrevería a confesar que tuvimos suerte. No nos olvidemos de que Iron Maiden nació en una Inglaterra dominada ampliamente por sectores punk. |
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